sábado, 29 de octubre de 2011

Carmen Usuga en octubre

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Carmen Usuga en octubre
Víctor Bustamante

De nuevo Carmen Usuga, esta vez en El Málaga, una cálida tarde de octubre. Ahora no está cantando sino que nos permite un encuentro para algunas preguntas.
El Málaga entrega ese magnetismo de ser un lugar donde podemos escuchar la música que uno siempre sabe que está ahí, y por eso posee ese poder de convocatoria, pero este jueves, estamos aquí porque Carmen ha permitido un diálogo.
Ya no es la entrevista con las preguntas enviadas por el impersonal correo electrónico, sino que ahora, ella, está presente en cuerpo y alma.
Una conversación es un camino, una apertura a lo que es el interior de un artista: sus caminos, sus hallazgos, las rectificaciones, y, sobre todo, la presencia que es Carmen en el mundo tanguero del país.
Cada palabra que pronuncia nos lleva a desentrañar una de sus experiencias en su camino a cristalizar su sueño; ser una gran cantante.
En esta conversación ella nos demuestra algo que ya presentíamos, su amor por la música, y sobre todo su inteligencia.
Cuando insisto en su presencia, es por algo sencillo, pero notorio, ella ha decido ser una cantante de tangos, y al inmiscuirse de lleno en este arte, nos reta a saber que la persistencia es lo que hace a una artista. De ahí que ella sea una de las presencias femeninas del tango en el país.
A ella, Carmen, desde este final de octubre le deseamos mucha música y sobre todo, que en sus labios, en su voz, el tango sea esa presencia que Medellín reclama.
Solo nos resta invitarlos a escucharla, a compartir de una manera entrañable, así como entrañable es ella, este intento de capturar de viva voz, una persona en su extensión y en sus intenciones.